No sois nadie.

Algunas vivís en una nube que os compadeceré el día que os peguéis la hostia porque no sé que será de vosotras al caer desde tan alto. No se puede vivir con tanta arrogancia y egocentrismo, o igual soy yo la única que lo ve así y por eso me pego las hostias que me pego. Pero prefiero mirar a la gente desde abajo que por encima del hombro porque desde bien pequeña me han enseñado que nadie es más que nadie, aunque los que sí lo creéis sois menos que cualquiera. Fardáis de amigos, y ni siquiera sabéis lo que es tener uno. Que no es lo mismo salir y reírte un rato(de la gente porque es lo único que sabéis hacer, aunque antes tendríais que reíros del de delante del espejo) que tener a quien aguante tus malos ratos y te ayude en los problemas. Fardáis de dinero, y me apuesto el cuello a que más de una vez, lo que lleváis para presumir lo habéis elegido antes que cualquier necesidad básica. Y hablando de básico, fardáis de inteligencia y sois simples como poca gente. ¿No os dais cuenta? Prefiero ser poca cosa y feliz con lo que tengo que vivir pensando que lo tengo todo y no ser nadie.

Qué bonito es tener a alguien que sin estar a tu lado consigue hacerse sentir cerca.

La de días que hemos compartido sin compartir. Sabiendo como se siente la otra sin tenernos en frente. La de días que hace que me crucé con una de las mejores personas que conozco sin habérmela cruzado nunca. Quien dijo que la distancia separa no tenía ni puta idea. Cada km que hay en medio es una razón más que sumar al abrazo que le daré cuando el tiempo por fin haga que sí nos encontremos, y compartamos, y nos crucemos. Hay gente que ve imposible que dos personas que no se han visto nunca puedan tener una buena relación. Pues no sabéis nada de la vida. Porque si digo que ella sin estar cerca me ha entendido y ayudado 1919191919 veces más que alguien que tengo a metros me quedo corta. ¿Sabéis eso de pasar tiempo juntas sin pasarlo? Pues los que no lo sepáis me dais pena porque no hay nada mejor para ver la calidad de una amistad que eso. Porque solo juzgas a la otra persona por lo que a ti te ha demostrado. No tienes a nadie contándote versiones de los hechos porque vuestros hechos solo son vuestros. Sé que le gustan los gatos, que si tuviera que elegir una palabra para definirla sería OK. Que..es tan blandito que me quiero morir. Sé que ha llegado a tener que esconder ropa para que sus padres no la vieran porque lo suyo es obsesión. Sé que esto es como un gran 8 tumbado y con eso me sirve. La he conocido sin conocer con flequillo de lado y con flequillo recto, y sé que la conoceré cuando no lo tenga. Conozco su parte bromista y su parte más seria. Y eso teniendo unos 339 km de por medio así que no quiero imaginar como habría sido si el destino nos hubiera puesto al lado. Ha conseguido ganarse uno de los huecos más grandes de mi corazón y lo ha hecho a pulso siendo como es y sin cambiarlo por intentar agradar a nadie. La de horas que hemos pasado al teléfono hablando aunque no hubiera de qué, y ¡aquí seguimos! con la amistad que empezamos hace años y que por lo vivido hasta ahora no tiene fecha de caducidad. Eres un motivo para muchos por el que sonreír, no sabes lo que vale y lo que cuesta contar con alguien como tú. Y eso es algo que deberías tener siempre presente, porque nadie vale más que nadie pero tú vales más que muchos. Hay gente que dice las cosas, gente que las demuestra...pero tú haces las dos. ¿Sabes que haces también? Feliz a la gente. Hemos sido capaces de pasarnos años sin una sola discusión. Porque sabemos decirnos lo que pensamos sin dañar algo tan valioso como esto, como tú. Pero,¿sabes lo bueno? Que lo mejor no es lo vivido, es lo que queda por vivir. Porque llegará un día en que todo lo hablado y todo lo contado pueda ser sin un ordenador o un móvil. Porque podremos cambiar las llamadas por gritos y tonterías, juntas. Gracias por cada palabra y cada minuto que has estado ahí porque puedo decir que sin ellos ahora no sería quien soy. Me faltaría una parte más bien grande de mi vida. Creo que ya lo sabes todo y si no todavía hay tiempo para que lo sepas...FELICIDADES MI REINA♥

(14:24) 2: joder tia ya sabes loq ue tienes que hacer

tirar para adelante con lo que te queda

que su risa le gano el pulso al dolor

(14:25) 2: y es mejor asi que estar sufriendo gordi

que a mi 

me vas a tener siempre

no hace falta decirlo joder

que te quiero de verdad

y que para mi no eres ni un tuenti ni un puto msn

(14:25) 2: para mi eres una amiga de verdad

y se que cuando nos hagamos mayores, porque vamos a crecer juntas, ya lo estamos haciendo, vamos a estar una al lado de la otra

(14:26) 2: viviendo en madrid con una casa de lujo y que les jodan a todos gordaaaaaaaa

Hablo de eso, de momentos que forman amistades eternas.

Menos mal, sigue siendo gratis soñar.

A veces me pongo a escribir y me pregunto qué coño hago. Si siempre escribo a cosas que ya no están o cosas que nunca han estado. Porque tenemos la manía de andar siempre esperando algo sin darnos cuenta de que entre todo nuestro desorden interno igual hay algo que se le aproxima. (O lo supera.)
No sé si me entendéis, y ese es mi gran problema. Que ni siquiera sé si alguien me lee, e igual estoy aquí haciendo el gilipollas intentando hacer ver la mierda o la alegría que va pasando por mi vida.
Porque sé que me invento momentos e incluso me invento razones por las que arriesgar. ¿Arriesgar por qué? Joder, que parezco tonta. Que a veces no hay nada por lo que arriesgar, porque los motivos y las palabras también caducan. Y eso es de lo que no nos damos cuenta. De que una simple frase no dura para siempre. Pero somos como kamikazes y siempre nos chocamos con lo mismo. Porque nos agarramos a algo que ni siquiera sabemos si es real, o nuestra manía de recordar las cosas como queremos lo ha cambiado un poco. Y aunque tú lo recuerdes nadie te garantiza que la otra persona sepa siquiera lo que sintió en ese tiempo en el que lo que le pareció una tontería a ti te jodió cambió la vida.

No hay nada claro.

Hoy vengo sin nada,

a intentar explicarlo todo.

Ya empiezo a contradecirme, como siempre. A pederme entre lo que yo misma pienso porque a mí solo me encuentras tú.

He creado en mi cabeza mil lugares perfectos donde todo dolería igual pero el dolor sería más bonito.

Y le he contado a mi pecho toda la mierda que he guardado y el suelo que he comido por intentar llegar a ellos y creo que se ha puesto a llorar.

Entonces me he dado cuenta de la de penas que sin saberlo me están jodiendo aquí arriba y lo he mandado todo a la mierda.

Y he visto que en mitad del único camino que en mi vida he pensado que es recto, hay desviaciones. Que no tengo ni puta idea de a donde llegan, pero algún día lo acabaré sabiendo. 

Gente que te ayuda incluso a sentir.

He leído lo último que ha expresado la persona con más magia entre los dedos que conozco y se me ha parado el tiempo durante unos segundos. Y es que nunca nadie puede expresar algo mejor que ella, pero esto es sobremanera:

''Y qué bonito suena oír toda esta mierda en camas ajenas de un domingo noche cualquiera, pero qué poco sabéis vosotros de todo lo que duele que no te quieran y te hagan creer que sí. Y ojalá nunca os pase, ojalá nunca os enamoréis del de la sonrisa hecha una Luna y la espalda llena de constelaciones. Porque luego es cuando se derrumba todo y solo te queda una estrella en la mano izquierda y un millón de motivos para salir corriendo en la derecha.''

Yo sé de lo que habla, y qué putada. Porque preferiría verlo desde fuera sin entenderlo como cuando te quedas mirando una torre que se derrumba pero sabiendo que estás a salvo. Me sé de memoria lo de la estrella y los motivos. Sobre todo lo de los últimos. Porque he tenido el doble de motivos para irme que para quedarme y de repente todos los últimos se han convertido en uno solo que no me ha dejado ver los demás. Y si ese motivo estuviera siempre...no estaría mal, pero lo jodido es ver como desaparece y los de irte vuelven a estar ahí todos juntos como diciéndote que lo que a ti te ata a esa persona a ella le importa una puta mierda.
No sé, a veces tengo mucho que decir y no me sale. Y parece que no pero un poco de Leiva y Marwan me hacen tenerlo algo más claro y me pondría delante de cualquiera y expresaría más aún de lo que pienso. Y soy capaz de explicar como alguien me ha hecho mierda sin ni si quiera él saberlo. Todo por no decir no a tiempo o sí demasiado pronto. O por dejar lo de olvidarme para mañana, y así hasta que...hasta que cada mañana tiene 20 mañanas más y soy incapaz de decirme basta y dejar de joderme la cabeza, porque yo qué sé, igual soy yo la que me he hecho mierda a mí misma y tampoco lo sé. Porque nadie te obliga a sentir lo que sientes, pero si dejásemos las cosas más claras, habría más estrellas en la mano izquierda que motivos para salir corriendo en la derecha.

Llámalo sinceridad o no lo llames nada.

Hay días que me pongo más sincera o simplemente me doy más cuenta de todo lo que pasa a mi alrededor. Y digo y grito que estoy harta de dar todo y echarme las culpas por quien no valora ni un cuarto de lo que hago o pienso. Y me valoro más a mi que a quien me rodea y joder, eso me cuesta. Así que entenderéis que me sorprenda el día que lo hago.

He dado todo por quien no ha dado ni un poquito de toda su alegría por mí. Y si dijera que me arrepiento mentiría porque aunque me haya dado con un canto en los dientes lo he hecho porque lo he sentido y de eso no puede presumir todo el mundo.

He querido a quien me ha engañado y lo he entendido y perdonado aunque me matara por dentro porque cuando me importa alguien lo hace con todas sus consecuencias, que acaban siendo mías también. Y si dijera que no lo volvería a hacer también mentiría porque no cambiaría ni uno de los momentos de cada relación que he tenido. Ni siquiera las mentiras. 

Y aunque todos critiquen a quien tiene un poco de seguridad en quien es, he aprendido quien soy y quien debería ser. Y me quedo con lo primero.

Aprender. Y así siempre.

He aprendido mucho de mí misma. Y eso es algo de lo que no me doy cuenta muy a menudo.

Sé como soy y eso me ha hecho saber lo que tengo y lo que quiero.

Sé que soy cabezona, que en eso no me gana nadie. Sé que tengo mal humor, que hay días que todo me molesta. Pero también sé que sé apreciar los pequeños momentos como si fueran los más importantes.

Que me río por nada. Que soy muy caprichosa pero me acabo conformando con poco. Y qué coño, que soy fuerte. Pero eso me ha costado un poco más entenderlo. Y me ha ayudado a hacerlo esa persona a la que no hace falta que nombre porque ya sabe quien es. 

Porque me acompaña desde lejos siempre que algo me preocupa, solo como él sabe. Porque me ha hecho ser mejor persona con esos momentos en los que no estando aquí, ha estado conmigo. Y me ha recordado siempre lo que valgo, ayudándome a sobrellevar cualquier problema. Por eso sé que soy fuerte, gracias a esa persona que solo por lo grande que es y lo grande que te hace sentir por contar con él, se merece todo lo bueno que le puede pasar a alguien. 

Y poco más sé de mí... Sé que me quedan mil cosas que aprender, y que siempre quedarán mil más, pero aunque a veces me parezca imposible decirlo, me siento orgullosa de ser quien soy. Y de contar con quien cuento.

Borrarme la señal de tus colmillos.

No estoy segura de si pienso lo que creo que pienso o simplemente me he acostumbrado tanto que ni siquiera intento pensar otra cosa. Conozco tanto sobre ti que... a veces dudo si soy más tú que yo misma. Y eso duele, duele porque ya no estás y cualquier intento de que vuelvas es tiempo tirado, como todo el que creí que yo sí estaba para ti y en verdad me tratabas como a 5 más que estaban por delante. Qué ilusos somos a veces y como se nos rompen esas ilusiones en un simple día. Pensamos que podemos cambiar a otra persona, que seremos quien haga que se fije en una sola y mande a la mierda a otras 25. Y qué bonito sería eh...
Ojalá alguien me hubiera enseñado a tiempo a no luchar en batallas que ya han acabado, porque los únicos heridos acabamos siendo nosotros.

El dolor de la pérdida.

+Sentada en un parque cuando era pequeña me hice una herida a mí misma en el brazo con la inicial del chico que me gustaba.
-¿Eso lo has puesto en el curriculum?
+No no, qué va, me acabo de acordar. Me levantaba la costrilla todos los días para que me dejase cicatriz y así no olvidarlo nunca. Juraba que era el amor de mi vida.
-Bueno, como todos los críos, ¿no?
+No. Como todo el mundo. Que el primer amor y el último se sienten igual, eso es lo que se tarda en entender.

-Y ¿cuándo te diste cuenta tú?

+Pues cuando deje de rascarme. Llega un día en el que te das cuenta de que en esa pareja solo quedas tú, y que lo único que te ata a él es esa herida. Y que haciéndola sangrar no mantienes vivo su recuerdo, si no el dolor de la pérdida.

90 minutos no puede durar el amor.

Me cuesta preparar café para uno pensando en cuantas cucharadas de azúcar tendría que echarte a ti. A veces pensamos que lo tenemos todo claro pero llega algo o alguien y yo qué sé, que se te va todo a la mierda. Como si un niño estuviera todo un día construyendo un castillo de arena para que una ola se lo llevara por delante. Pensamos que sabemos lo que queremos y pensamos que las cosas van a salir como salen siempre en esa fantasía que nos viene a menudo a la cabeza. Pero resulta que existen las circunstancias, que existen los finales y que los nuevos comienzos nunca van a ser iguales que ningún otro, y con eso no contábamos. Porque yo contaba contigo y con tus manías, que han sido las únicas que he llegado a hacer mías también. Y mírame, aquí, conformándome con las mías, sin las tuyas y sin ti. Sin entender todavía por qué en lo más profundo de mi cabeza sigue habiendo esperanza cuando pensaba que tú te la habías llevado toda el día que te fuiste.





Son mis besos solo tuyos, aunque besen a otros más..
Insistiendo en que me vuelvas a buscar.













                                                                             

Prefiero callarme a confesar que me haces sentir.

Soy el pellizco para cuando te olvidas de mí.

Quizá algún día entienda por qué a veces intentamos engañarnos. Por qué nos empeñamos en decir lo contrario de lo que sentimos. Por qué intentamos hacer ver a los demás lo ridículo que es algo que en verdad pensamos y halagamos lo que no queremos ni ver. Guardar las apariencias está bien pero llegar al punto en que eso controle tu vida y tus acciones... es la mayor condena no escrita que he conocido. Depender de lo que los demás piensen incluso para elegir tu ropa es tan absurdo como intentar querer a otro por no querer querer a quien en verdad quieres.
Y hablando de torturas y de querer... creo que ya sabéis lo que quiero decir. Todo lo bueno que me ha aportado quererte lo han contrarrestado las lágrimas que me amargaban la tarde sin ni siquiera avisar. Pero si pudiera elegir entre nunca ser querida o serlo para acabar siendo olvidada... me quedo con la segunda aunque me quede sin pellizcos.

Dice mi profesor de filosofía que en tu vida solo existes tú. Los demás solo son figurantes en tu obra de teatro. ¿Desde cuando un figurante ha estado por encima del protagonista?


                                                    (Y entendí que dura mucho más la primavera al borde de tu espalda.)