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sábado, 28 de septiembre de 2013

Qué rápido va todo cuando no quieres.

Aunque a veces lo intente evitar tengo miedo. De crecer.. de que me hipotequen la vida personas a las que ni siquiera conozco y no tenga a mis padres para darles un beso antes de irme. A veces me dicen que soy muy madura, otras que soy demasiado niña. Y qué queréis que os diga..pero prefiero ser lo segundo. Parece que todo es una tontería y que el tiempo no pasa, pero sin darme tiempo ni a disfrutar de los juegos de niños, dentro de menos de un año no tendré a mis padres en casa para decirme lo que hago bien o mal. Y todos esos que lo desean, no sé qué tipo de vida ni de familia les ha tocado pero me dan pena. Porque el día que encontréis a alguien más fiel con vosotros que un padre o un hermano, o unos brazos que te abriguen más que los de unos abuelos, dejaré de creer en todo lo que veo porque no le encontraré el sentido a nada.




                                               Hoy miro vuestras caras,veo que la vida pasa
                                              Recuerdos que en palabras acompañan,nos atrapan...

viernes, 27 de septiembre de 2013

Esa voz no hay quien la calle. Y gracias.

                                          Me pone malo esta situación porque siempre al final algo falla...
                                          Nos vino a visitar la cruda realidad sin llamar.

Cuando alguien que no sabe ni que existes te hace sentirte tan bien con unas simples palabras, o te hace llorar, o te hace plantearte todo eso que nunca te habías planteado, creo que es cuando comienzas a entender los pequeños detalles de la vida, que están ahí y a veces no apreciamos.

                                        Para dejar por escrito que no voy a abandonar.



En este mar de gente es infeliz cualquiera.

Debería estar prohibido que alguien se sienta de tal manera que incluso desee convertirse en el pasatiempo de otro. A veces lo daríamos todo porque alguien nos quisiera aunque eso conllevara una patada al día siguiente. Y qué jodido es cuando llegas a ese punto... Nadie merece sentirse así. Nadie vale tan poco para pensar esas mierdas ni tanto como para poder consentirlas. Pero hay tantas cosas que no se merecen y aún así se tienen que intentar buscar un por qué sería absurdo. Por lo que solo nos queda aprender. De esos fallos tontos y de esas mierdas de vidas que quizá para otros son maravillosas. De cada palabra que te hace llorar porque eso significa que algún día serás inmune a ellas. Tenemos que cuidarnos, pero ante todo de nosotros mismos, porque somos tan sumamente masocas que me cuesta creer que encuentres a alguien que te llegue a hacer más daño psicológico que tú mismo y tu manía de hacer lo que sabes que no tendrías que hacer.



Quería cruzar en rojo, saltar desde la acera,
mandar todo a la mierda.




                                                                                       











Soñando tonterías le pillan las estrellas.


martes, 24 de septiembre de 2013

Soy tan yo que a veces me canso.

Hay tantas cosas en las que me refugio cuando no quiero darme cuenta de lo que me pasa que...que debería ser feliz. Y a veces lo soy, no creas. Pero siempre acabo con lo mismo. Queriendo cambiar mi vida por la de cualquiera y a cualquiera por ti. Si hasta a veces pienso que tengo cosas que por no ser ni siquiera existen. Qué tonta, ¿eh? Pues hay días que hasta me da igual. Lo único que quiero es saber querer lo que tengo lo suficiente como debería hacerlo, y respirar de vez en cuando porque te juro que alguno de mis pensamientos me está ahogando. Con lo bonito que es tener tanto espacio como para ir comiéndote el mundo poquito a poco.





Hay mil maneras de romperte la cabeza y solo una de partirte la cara. Y adivina cuál es...

viernes, 20 de septiembre de 2013

Hago recuento de lo que tengo

Tengo un montón de razones y mil batallas perdidas para acabar lo que no tendría que haber empezado.
Tengo cientos de recuerdos y unas pocas manías que no me dejan dormir.

A veces hago recuento de lo que tengo y sonrío. Otras me da por llorar.
Puede que tenga suerte. Por apoyarme en quien me apoyo. Porque el destino me ha puesto a las mejores personas al lado.
Porque sé lo que es sonreír con una palabra. Y gracias, a quien sea que esté por ahí arriba, por haberme dado la oportunidad de conocer esa sensación.
Pero, ¿y todo lo que he perdido? ¿Y todo lo que no he llegado a ganar? 
Luego miro las sonrisas que me acompañan y todo me parece un poco menos malo.





Sé que no soy fácil, que a veces manda huevos
(que aunque quiera no puedo dejarte de mirar).
Pierdo la paciencia en los tiempos de espera,
no puedo evitar ser a la vez la lija, y la seda.









jueves, 19 de septiembre de 2013

Los veranos más veranos en compañía.

Se acabaron los paseos nocturnos y los besos a escondidas.
Se acabaron las playas, las sonrisas que son más sonrisas a la luz del sol. Pero vuelven los abrazos que son más abrazos cuando necesitas calor.
Dejamos atrás Agosto y empezamos el Septiembre más duro de nuestras vidas, que dejaremos atrás para empezar la mejor etapa que nos espera.
Se acabaron los días eternos y las noches inolvidables.
Y entonces nos damos cuenta de que no nos ha dado tiempo ni a pestañear.
Que la vida sigue. Y si no participas también sigue, pero sin ti.





Pero volverán los rayos de sol que son más bonitos cuando están sobre tu piel.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

No necesito que haya nada entre tú y yo, la piel.

A veces me gustaría ser un poco menos yo y algo más tú. 
A veces cambiaría todo lo débil que soy por una pizca de tu manera de ser fuerte. Pero solo por la tuya.



No sabría explicarte qué es lo que se me pasa por la cabeza para hacer las cosas que hago a veces.
Ni sabría decirte por qué me siento tan pequeña ante cualquiera.
Porque yo no sé como son los demás,ni siquiera tú. Pero a veces dudo que sepa como soy yo misma.
Sé que me gusta el sonido que hace el agua en la bañera cuando choca contra sus paredes.
Que me encanta cambiar la vida de las personas, siempre que sea para bien. Aunque no lo consiga casi nunca.
Me gusta leer conversaciones viejas porque por un momento siento que estoy en ese mismo momento. Pero odio la sensación que siento cuando vuelvo a la realidad.
Me gustan las sonrisas. Sobre todo la tuya.
Me gusta leer historias en las que me pueda imaginar a mí. Y marcar las páginas con etiquetas de la ropa, y que luego la gente me pregunte por qué.
Me gusta encontrar cosas que hacía años que no encontraba. Pero siempre las vuelvo a perder.
Me gusta la gente que se preocupa por mí sin pedírselo... pero odio acostumbrarme a alguien.
No me gustan las despedidas. Pero me gustan menos las no despedidas.. el ir perdiendo a alguien y no entender por qué.
Odio querer cosas que sé que no van a volver solo porque algún día las tuve. O quizá no las tuve,y ese fue el problema..

A veces me gustaría ser un poco menos yo y un poco más ella.
A veces cambiaría todo lo que me gusta por ti.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Y mira que hay formas de morir, y yo elegí hacerlo lentamente.

He pensado que esperarte no es tan fácil pero duele algo menos que olvidarte.
Luego me he dado cuenta de que los puntos seguidos siempre duelen. Tanto como las comas o los puntos suspensivos, pero pocas veces somos capaces de poner punto final.
No puedo esperar que vuelva algo que probablemente nunca estuvo. Pero en mi cabeza suena tan distinto,y a veces tan bonito...como cuando me decías te quiero y yo no sabía qué responder.
Pero es que tampoco puedo olvidar algo que me he empeñado en tener cerca.
Y no sabes como duele(s). Como se me clavan aquí en el pecho las palabras y las sonrisas.
A veces incluso parece que has vuelto. Luego pienso en lo que intento no pensar y desisto.


Ojalá, algún día, aprenda a no engañarme.
Como engaño a mi cabeza cuando apareces como si nada para irte en dos segundos.

Te contaría todo lo que provocas aquí a la izquierda del pecho si me dieras un minuto y cinco besos.

A veces me encantaría contarte todo lo que se me pasa por la cabeza cuando oigo tu nombre, o todo en lo que me he convertido desde que tú estás conmigo.
Sigo siendo la misma que rellena el vaso antes de terminarlo, que se levanta a oscuras por las noches aún sabiendo que probablemente se choque.
Y eso en cierta parte refleja como soy en realidad. Siempre cambio de tema antes de acabar de hablar de uno porque tengo miedo de que cuando un tema acabe la relación se vaya perdiendo.
Y en cualquier relación voy a oscuras sabiendo que no va a acabar bien.
Nunca se me ha dado bien explicar mis problemas pero siempre lo intento porque así son un poco menos problemas y algo más desgracias. Que es parecido pero las segundas siempre hay alguien que las comparte.

Se me acaban las palabras y ya intento poner unas nuevas,
no quiero perder la poca relación que hay entre ellas.
Es como si llegaras al mundo con una caja de lápices. Tu caja puede ser de 8 ó de 16, pero lo que importa es lo que haces con los colores que te dan. No debe importar si coloreas fuera o dentro de las líneas. Yo coloreo fuera de la página, que no me limiten.