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miércoles, 18 de septiembre de 2013

No necesito que haya nada entre tú y yo, la piel.

A veces me gustaría ser un poco menos yo y algo más tú. 
A veces cambiaría todo lo débil que soy por una pizca de tu manera de ser fuerte. Pero solo por la tuya.



No sabría explicarte qué es lo que se me pasa por la cabeza para hacer las cosas que hago a veces.
Ni sabría decirte por qué me siento tan pequeña ante cualquiera.
Porque yo no sé como son los demás,ni siquiera tú. Pero a veces dudo que sepa como soy yo misma.
Sé que me gusta el sonido que hace el agua en la bañera cuando choca contra sus paredes.
Que me encanta cambiar la vida de las personas, siempre que sea para bien. Aunque no lo consiga casi nunca.
Me gusta leer conversaciones viejas porque por un momento siento que estoy en ese mismo momento. Pero odio la sensación que siento cuando vuelvo a la realidad.
Me gustan las sonrisas. Sobre todo la tuya.
Me gusta leer historias en las que me pueda imaginar a mí. Y marcar las páginas con etiquetas de la ropa, y que luego la gente me pregunte por qué.
Me gusta encontrar cosas que hacía años que no encontraba. Pero siempre las vuelvo a perder.
Me gusta la gente que se preocupa por mí sin pedírselo... pero odio acostumbrarme a alguien.
No me gustan las despedidas. Pero me gustan menos las no despedidas.. el ir perdiendo a alguien y no entender por qué.
Odio querer cosas que sé que no van a volver solo porque algún día las tuve. O quizá no las tuve,y ese fue el problema..

A veces me gustaría ser un poco menos yo y un poco más ella.
A veces cambiaría todo lo que me gusta por ti.

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Es como si llegaras al mundo con una caja de lápices. Tu caja puede ser de 8 ó de 16, pero lo que importa es lo que haces con los colores que te dan. No debe importar si coloreas fuera o dentro de las líneas. Yo coloreo fuera de la página, que no me limiten.