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viernes, 8 de noviembre de 2013

Que te quiera a quien tú quieres, eso lo es todo.

El valor es difícil de comprender… Algunas veces, tal vez ni siquiera sepas por qué haces algo. Quiero decir, cualquier tonto puede ser valiente. Pero el honor, ésa es la verdadera razón por la que haces algo o no. Tiene que ver con quién eres y lo que quieres ser. Si mueres haciendo el intento por conseguir algo importante, entonces eres honorable y valiente y eso es muy bueno… debes aspirar a ser valiente e intentar ser honorable y quizá hasta rezar porque la gente que te dice qué hacer también lo sea.



Yo sé quién soy y lo que quiero ser. Y todo tiene que ver con la persona que me quiere y me hace quererme a mí misma.


Que alguien me diga si hay algo mejor que encontrar a alguien que adore todo lo que no te gusta de ti. Que te bese las heridas y te cure el pasado, como si alguien lo hubiera puesto ahí, en mitad del camino, para ti.
Que alguien me explique si encontrar unos brazos que encajan a la perfección contigo no es un paso enorme para llegar a ser feliz.
Yo sé lo que es encontrar a esa persona cuando creías que olvidar era imposible. Y no hay nada que me haga estar más orgullosa que el poder contar con esa sonrisa. Y ni os cuento ya el ser el motivo de ella. 
Me ha querido más que nadie cuando ni yo misma pensaba que alguien pudiera hacerlo.
Y sé que es difícil aguantar mis tonterías, mis enfados, y mis defectos. Pero no sabéis como me siento cuando sé que incluso con eso me quiere.
No soy rubia, no alcanzo el metro 70, y mi sonrisa no es precisamente la más bonita. Pero sé que a él le gusta lo que tengo y como soy. Y con eso me basta.





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Es como si llegaras al mundo con una caja de lápices. Tu caja puede ser de 8 ó de 16, pero lo que importa es lo que haces con los colores que te dan. No debe importar si coloreas fuera o dentro de las líneas. Yo coloreo fuera de la página, que no me limiten.