Seguidores

martes, 27 de agosto de 2013

Todos los años la misma historia.

Cuando nuestro rotulador tacha el último día de Agosto es cuando nos damos cuenta de que algo no va bien.
Cuando cambiamos los tirantes por un cuello alto y una bufanda es cuando el frío se convierte en algo más interno que superficial. Se nos enfría el cuerpo, se nos enfrían los sentimientos y se nos acaba enfriando el café esperando que los buenos momentos que hemos dejado atrás se vuelvan a repetir.
Cuando cambiamos los refrescos compartidos por refugiarnos en abrazos es cuando vemos que ese cambio no importa porque todo pasa con quien tiene que pasar.
Pero cuando incluso la espera de algo bueno se pasa en un abrir y cerrar de ojos es cuando nos damos cuenta de que la vida no espera a nadie.


1 comentario:

  1. Me ha encantado tu blog, la verdad me parece que tiene muchísima personalidad :) Pásate por mi blog si quieres ( http://callejones-sin-salida.blogspot.com/ ) además quiero encontrar/formar un grupo de bloggers para ayudarnos. Te sigo, besazos ^^

    ResponderEliminar

Es como si llegaras al mundo con una caja de lápices. Tu caja puede ser de 8 ó de 16, pero lo que importa es lo que haces con los colores que te dan. No debe importar si coloreas fuera o dentro de las líneas. Yo coloreo fuera de la página, que no me limiten.